(CR) "Reconocer que no podía seguir haciendo su servicio cuando sus fuerzas iban menguando, teniendo en cuenta los momentos eclesiales nada fáciles que ha tenido durante su Pontificado y los retos que tiene la Iglesia hoy, demuestra su clarividencia al tomar esta decisión ". Es la visión de Lluís Magriñà, provincial de la Compañía de Jesús en Cataluña, que dice que recibió "la noticia con admiración y respeto por la libertad de espíritu, responsabilidad y el gran amor que el papa muestra a la Iglesia haciendo este gesto".
Magriñà recuerda no es el primer papa que renuncia pero que actualmente "los tiempos que vivimos, con un mundo globalizado y en constante cambio, piden de todas aquellas personas que tienen una gran responsabilidad, -y el Papa es una de ellas- , estar en plenitud de fuerzas físicas y mentales para poder ejercer su ministerio". Añade que "ha abierto una puerta para que sus sucesores, si lo creen conveniente, también puedan seguir su ejemplo".
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